La maratón de Dusseldorf fué una fiesta inolvidable: el ambiente, los organizadores, los corredores, los monociclistas, la gente local de la ciudad… en fin, todos hacían que la ciudad esta de fiesta.
El día antes de la carrera todos estabamos con las mochilas de corredores. Unos a otros nos preguntabamos: “-¿Vos corres? -¿Dónde es la registración?”.
A la noche los diversos hoteles tenian eventos especiales para los maratonistas: “pasta para todos”. Nosotros nos fuimos a comer a Via Appia con unos 30 monociclistas del club RMSV (club donde se practica monociclo y radball). El evento estuvo muy simpatico, conocí a la gente del club que nos trataron excelente.
A la mañana siguiente el gran evento. 15 minutos antes que los monociclistas largaron los hand-bickers, y 15 minutos después que los monociclistas largaron los corredores.
Fue un linda espectacular. Recomendable para cualquier monociclista.